Días así

Hay días en los que soy muy “acongojable”, y lejos de estar relacionado con mi período menstrual o cualquier otro indicio de desorden hormonal, se vincula con la atmósfera que se vive en la ciudad. Verán, hay días en los que Caracas parece ser controlable y la gente inofensiva. En los que pareces adueñarte de tus pasos, miradas y direcciones. No hay piropos babosos que te trastornen, ni indigentes que te pidan 100 bolos o “ lo que nazca de tu corazón”, mientras te muestran la herida sangrante de su pierna, los carros obedecen los semáforos, no hay retraso en el Metro, cada quien sigue su curso y todo parece estar bajo perfecta normalidad, o más bien, bajo cierta armonía relativa.
Qué delicia (abre tus brazos y siente el viento, 1, 2, aum). Pero por el contrario, hay días en los que una avalancha de gente camina en dirección contraria a ti y te preguntas: “pero de dónde coño salen”. Arruinan tu libertad peatonal, te rozan el hombro, te miran, te reparan, te preguntan la hora, te dan un volante y si no lo quieres recibir pues insisten, comienza a llover, los carros pasan por toda la orilla sin respeto alguno, el paraguas se voltea pa’rriba, ¡joder! Cuando por fin sale el solecito...un muñequito e’ torta te quiere hacer una encuesta que supuestamente tomará solo 1 minuto, algo más o menos así:


- Corazón, si me permites hacerte unas preguntitas rapidito

- [digo]-No pana, gracias…-

- Pero es rapidito mi amor, de verdad (y hasta junta la manos como rogando el muy cabezón)

- [digo] -No, de verdad, voy apurada- [pienso]–ah vaina pues, déjame pasar-

- Mi vida, la primera pregunta es, qué champoo usas. [pienso]-y quién le dijo que arrancara con la encuesta?, me quiero ir, aléjate T_T-

- [respondo]-Sedal, sedal (con careculo por su puesto)-

- ¿Cuál exactamente?

- (Mojojojo face) [respondo] El de la botella moradita.

- ¿Y cada cuánto lo usas?

- [pienso]-pana, ¿esto es en serio?, o sea, déjame adivinar, la próxima pregunta será "¿cuántos pelos tienes?"- [respondo]- Interdiario-

- Y cuéntame… ¿qué es lo que más te gusta de Sedal?

- [pienso]-ah, pero ahora con “cuéntame” y todo, sácate par de birras ahí pues, igualado- [respondo]- chamo, de pana, voy a llegar tarde, buenas tardes-

Acto seguido: marcar la milla, mirando pa’tras por si acaso...

¿Me expliqué? Hay días así, en los que todo parecer ser MÁS molesto, MÁS ruidoso, MÁS peligroso, MÁS atravesado…como ese tipito con pinta de paviperro preguntándome qué producto uso para mi melena. NOJODA. Y así, todo transcurre entre irregularidades que parecen insignificantes, pero que al final del día, cuando recapitulas, caes en cuenta que te arruinaron toda la jornada. Ahora sólo queda agradecerla a San Cocho (con papa y yuca) que ya estoy en casa y Yann Tiersen toca para mí.

¡Buenas noches!

Λττ: Mëësh✖elle
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Trivialidades

El presente post es un vulgar compilado de…eeeh, cosas. Quien haya venido con intención de leer algo coherente e-i-o-u instructivo bien puede ir pulsando la X blanca con fondo rojo de la esquina superior de la pantalla.^^
Aja, comienzo.
Hace dos días vi en Ellen Degeneres Show (excelente programa) una presentación de Lady Gaga, una mujer con la pintas más freaks (y geniales) que jamás haya visto. Debo admitir que nunca me llamó la atención su música por parecerme extremadamente fabricada y no se, la etiqueté porque los ex-emos (ahora electropeople or something like that) donarían sus genitales por ella. Entonces, partiendo de allí, juzgué a la pobre oxigenada automáticamente…hasta que vi su performance. La caraja tiene voz, ¡tiene talento! , de hecho no es una de esas aparecidas en el show business que se convierten en un “ícono”, hacen plata y desaparecen. No. Esta chica parece tener intensiones de perdurar en el negocio, porque aparte de contar con un público bastante denso, realmente tiene madera. Además, su estilo es súper original, aparatoso visualmente, pero ella sabe como portarlo.
Bien. En otra cosa: he descubierto que me agradan, fonéticamente, algunas expresiones mexicaníacas, entre ellas “chingada”, “wey”, “cabrón” y “no mames”. De hecho, me encantaría conocer México. Así visitaría al puñado de personas que he conocido vía Internet y han hecho de mi vida virtual algo verdaderamente adictivo. Siento que los quiero sin siquiera conocerlos y eso es muy raro…pero real.
Cambiando de tema, en estos días, mi profesora de Relaciones Corporativas dijo algo que me quedó zumbando en la cabeza como la musiquita de los heladeros un domingo por la tarde. Fue una frase que podría parecer insignificante, pero a la hora de aplicarla se complica el guaguancó: “

"Todo lo que haga, hágalo bien"

Pensé: “O sea, ¿todo?, ¿hasta aquello que NO nos traerá ganancias ni beneficio alguno?”. Pues sí señor, ¡todo! Esa profesora es demasiado sabia vale, no sólo por haber dicho eso, sino porque todas sus clases son como un implante de bondad, al menos para mí lo es. Tiene un don magnético para captar nuestra atención, no se cómo carajo hace para lograr que nos agrade tanto (porque se que es así). Ella rompe con ese estereotipo del típico profesor ¡maldito! que quiere hacer tu vida ¡miserable!. Estamos psicológicamente programados para pensar así. Pero en fin.
Cambiemos de tópico. ¿No te has dado cuenta que hay personas que llaman la atención con su sola presencia? Es decir, no les hace falta mucho para hacerte saber que están ALLÍ. Pues bien, la situación se torna engorrosa cuando esa persona, inconciente de la carga visual que representa, empeora la situación emitiendo palabras “folklóricas” que rayan en lo vulgar, haciéndote cambiar de puesto por el bien de tus oídos. ¡Que gentecita!.
Bien, hablando de todo como los locos, debo confesar algo: ayer grité como niña con gonorrea por la extraordinaria labor de Eto'o y Messi. Aunque son par de feos, los hace sexy el hecho de haber pateado traseros ingleses.
Ou yia.
En otras noticias, extraño demasiado asistir a mis clases de italiano, es algo que a nadie le importa pero lo escribo aprovechándome del tinte baladí de este texto. Y para finalizar hoy me dio por entrar al Parque del Este a leer y buscar conejitos en las nubes. Tenía aproximadamente un año que no iba. Creo que esas simplezas logran desenchufarte demasiado, al menos conmigo funciona. Y pues ahora, estoy en mi casa comiendo cantidades industriales de cotufas, haciendo unas vainas de la univ. y escuchando energúmenamente “Judith” (A Perfect Circle) que es una rola genial que repito-y repito-y repito-pito-pito-ito-ito-to-to-o ♪ sin cansarme.

¡Que sabroso es escribir sobre cosas que a nadie le importa!

Me fuí, me fuí.

Λττ: Mëësh✖elle
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Metro de Caracas

Hay momentos típicos de los cuales NADIE se salva, ni tú, que te crees la gran vaina. Me he tomado la molestia de hacer una recopilación de situaciones inauditas, de esas que todos hemos vivido en el Metro y las cuales nos hinchan las venas cual Gokú. con diarrea. Voy:

- Un mocho delante de ti en la escalera, cuando estás apurado. Si es un anciano y tratas, muy amablemente, de decirle que mueve ese culo, te saldrá con algo como: “pero muchacho, respétame la edad”

- La coreografía que montas cuando alguien que está tan apendejiao entretenido como tú no se decide por cual lado caminar, entonces cuando él se va por la izquierda, tu también, y así se quedan, bailando tambor, hasta que uno de los dos revienta en cólera con un “coño, quítate nojoda”.

- Cuando vas a comprar el ticket del metro y llegan en manada los ancianitos que, por su condición, no hacen cola. Y claro, estás apurado, pero, son ancianos, hay que darle prioridad a ellos. ¿Verdad que si?

- El soberano idiota personaje que reproduce música a todo volumen con su celular a esas horas en las que nuestro humor detona con cualquier tontería. ¡Ah no! Pero el personaje en cuestión quiere que todos vean la marca de su celular y no conforme, que nos enteremos de sus jediondos gustos musicales. Porque siempre se trata de música hincha-ovarios. Sospecho que alguien de sentimientos malignos los contrata para hacernos infelices. (♪baby te quiero wuo wuo, baby te quiero wuo wuo ♫). Próxima estación: Apagaesamierda ¬¬’

- El retraso del Metro producido por algún raspa-yuca que pulsó el botón de emergencia por cualquier bobería tal como haber constatado que se pasó de estación. ¡Jehová, dame paciencia!

- Un bebé. Que lindo es un bebé, pero fuera del Metro, porque estando dentro… ¡nojoda! En vez de llorar, relinchan los coñuemadres.

- Por favor, hablemos un poco de la señora que no se da por vencida ante un ticket arrugado/mordisqueado/húmedo/quemado/destruido por la naturaleza/el bolsillo/la lavadora o ¡que se yo!. Es un ticket cuya condición de deterioro no le hace pensar a la doñita que jamás en la vida humana va a pasar por el torniquete. Claro, estás tu atrás con cara de querubín intentando convencerla de que ese aborto de ticket nunca pasará –y tú tampoco por lo visto-

- Hay una situación muy peculiar que últimamente se está haciendo más típica: el operador obstinado. No se en qué momento se les dió tanta confianza como para que se atrevan a usar frases como “quítense de la puerta”. Dónde quedó el “se les agradece a los señores usuarios no obstaculizar bla bla” y la demás palabrería que los hace parecer educados. Por lo visto ahora se fuman tres flores y se meten en esa cabina a descargar sus frustres con nosotros, los distinguidos señores usuarios.

- ¿Quién no ha sido víctima de un recostón? No te hagas. Aquí no hay mucho que aclarar, todos sabemos que un recostón consiste en roces imprudentes de un depravado señor tan agradable como una cría de murciélagos, en sitios donde el espacio físico se presta para ello. Lo interesante es la determinación con la que reacciones para poner en su sitio a Mr. Queso.

Esto fue todo (por ahora). Todos los días se ve algo nuevo.

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Paladares

Si no me gusta el caviar, no significa que sea una niche. Mi paladar no se pone en esas boludeces, ni tampoco repara el billete que costó o en qué restaurante me lo comí. Comer es un placer, aquí y en la China, comas lo que comas. Es un placer zamparte senda reina pepiada como también lo es comer calamar a la romana. No se en qué momento sustituimos los placeres básicos por aquellos que solo complacen nuestro status. Como si diera mas placer ordenar el plato mas caro del menú (con las cejas arruchaditas hacia arriba) que sencillamente comérselo. Es como si nos diera más satisfacción que nos vean comer algo caro, que ordenar aquello que realmente nos gusta. Eso es absurdo, que digo absurdo… ¡estúpido! En ese aspecto si soy bien rajada, no ando pendiente de semejantes pendejadas, me da piquiña pagar cantidades exorbitantes por una degustación, a veces siento que no encajo en una ciudad que considera normal dispendios innecesarios por comida. No que va. Hay algo, hay algo curioso (e idiota) que nos hace pensar que nuestros gustos nos dan caché. Y eso es un fenómeno que merece una investigación más exhaustiva que estas miserables líneas. Alguien debería investigar mas a fondo, sentarse a pensar el por qué y el cómo, mientras se jarta un pan con chiwí.

Λττ: Mëësh✖elle
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Te quiero

Yo soy una tipa que si no siento que te quiero, no te lo digo. No es por querer parecer ruda ni mucho menos, sino porque necesito sentir algo para expresalo, de otra manera se me hace imposible…así de sencillo, no es una ecuación difícil de resolver, sin embargo es complicadísima de entender para algunas personas.

No entiendo como hacen para tener "tequieros" tan a la mano y lanzarnos al mundo como si su significado fuera equivalente a invitar a comer empanadas a un pana. Actúan como si los "tequieros" fueran pildoritas que se reparten a cualquiera que les sonría.
- "Ven, te voy a decir te quiero a pesar de que eres mi amigo por Facebook desde ayer"
- "hola, gracias por pasarme la guasacaca, te quiero"
- "tus mocos son tan verdes como los míos, omg, te quiero!"
- "papi, ¿tu me quieres?, porque yo a ti te súper quiero sabes"
- "me quiere, no me quiere, ¡me quiere!"
- "Obama es negro, lo quiero"
- "te quiero yo, y tu a mi, somos una familia feliz".

¡No que va!, no soy así. Definitivamente a lo que digo le imprimo un significado, no me comporto como una máquina de chicles, que funciona a cambio de unas monedas. Quizás por eso me etiqueten de cara 'e culo en un primer encuentro, quizás si nos presentan a ti y a mi por 1era vez no me verás como la Tinky Winky del grupo, que reparto amor por doquier con cara de pendeja. De mí no escucharás un "tequiero" instantáneo, con lacito abre-fácil, frívolo e incluyendo una vocecita agudipócrita. No. No soy un emoticon de Msn. Quizás eso pueda ser confundido con egocentrismo (o caradeculismo según la Real Academia Malandrosa), pero así son las cosas, o como diría la canción de Betty la Fea: “yo soy asi” tin tin ♪.

Y del "teamo" ni hablo, es tan enorme que merece un post aparte.

Ci vediamo! ;D

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República sin reglas...

La misma historia que la tuya: decidí abrir un espacio sin fines específicos, en un momento cualquiera para escribir lo que me provoque cuando me de la gana. Si, así de violento. Aquí vomitaré mis ideas cada cierto tiempo, no es más que cotidianidad, nada profundo, nada aleccionador, nada educativo, nada que ofenda tu inteligencia y ridiculice mi intelecto. No pretendo nada más que desahogarme. No tengo rollo si estás en desacuerdo con algo. ¡Que aburrido seria si todos pensáramos lo mismo! Soy progresista, pacifista, sincerísima y educada [con quienes lo son conmigo]. No pertenezco a ninguna religión, solo creo en Dios. No uso drogas, no bebo, no fumo, creo en el amor pero no en el matrimonio, me comía las uñas, ya no. No tengo problemas psicológicos [que yo sepa], ni antecedentes judiciales, no sufro de enfermedades raras, de vaina me da gripe. Soy llorona, ¡pero fuerte carajo! Mi encanta comer, me encanta escribir, me encanta escuchar música, me encanta haber creado este espacio, me encantas tú :D Aunque no sepa cuánto va a sobrevivir este "confesionario" sigo desgastando las yemas de mis dedos en él, apuesto en el alivio que significará escribir y lo más importante: estoy dispuesta a tripeármelo al máximo.

Ah, por cierto, a la par de este blog se mueve mi Metroflog, (http://metroflog.com/Meesh-elle) un lugar menos respingado que este, pero al que le guardo un gran afecto. En fin, bienvenido a esta República con aroma a VODKA.